¿En qué consiste la isquemia cerebral? Se trata de una accidente cerebrovascular que consiste en la falta de flujo sanguíneo hacia el cerebro, interrumpiéndose así el flujo de oxígeno y nutrientes necesarios para mantener el funcionamiento de las células de esta zona.
Dependiendo de la duración de la isquemia y de la localización de la misma, la persona que la sufre puede correr riesgo de muerte. Según la SEN (Sociedad Española de Neurología), lo más adecuado es llamarlo ictus de forma genérica en tres casos: cuando se trata de una isquemia, una hemorragia intracerebral y una subaracnoidea.
En cualquiera de estos casos, estamos hablando de una emergencia sanitaria, por lo que la atención de soporte vital básico es fundamental, así como reducir al máximo los tiempos de actuación. De estos dos factores dependerán la disminución de las probabilidades de muerte, y las secuelas en el paciente.
Hace ya tiempo se puso en marcha un protocolo de actuación llamado ‘Código Ictus’, que consiste en un diagnóstico prehospitalario que, desde que se produce hasta que lo confirma un médico, se va tratando lo más veloz posible.
Causas de la Isquemia cerebral
Las causas por las que se produce una isquemia cerebral son muchas y muy variadas. Entre las más importantes señalamos:
- Vasos sanguíneos anormales. Estos pueden producir coágulos que obstruyan el flujo sanguíneo o presentar roturas o malformaciones.
- Aterosclerosis. O lo que es lo mismo, un estrechamiento de las arterias por acumulación de placa, lo que favorece la formación de coágulos.
- Tumor. La aparición de tumores es otra de las causas que favorecen la compresión de los vasos sanguíneos.
- Lesiones en el cerebro o taquicardias.
Síntomas de la Isquemia cerebral
- Rigidez en el cuerpo
- Visión borrosa
- Confusión repentina y sin motivo aparente
- Dificultad para hablar y vocalizar, alteración de los sentidos
- Dolor de cabeza intenso
- Pérdida de equilibrio o mareos
Es muy importante que si observamos alguno de estos síntomas en una persona cercana, avisemos lo más rápido posible al 112, con el fin de que puedan actuar a tiempo y las consecuencias no sean malas.
Si bien es cierto que no podemos predecir cuándo y cómo se va a producir una isquemia cerebral, sí que podemos prevenirla con unos hábitos de vida saludables:
- No fumar y limitar el consumo de alcohol.
- Controlar la presión arterial y evitar a toda costa la hipertensión.
- Llevar una dieta sana y equilibrada, sin grasas saturadas que fomentan los niveles elevados de colesterol.
- Realizar ejercicio físico moderado, pero de manera regular.
Ahora que conoces más datos sobre la isquemia cerebral, estáte muy atento a los síntomas que produce por si debes avisar a los servicios de emergencia, y lleva una vida lo más sana posible.
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